En estado liminal, li-liminal


Hace poco alguien una vez más me preguntó porque no me aventuro a irme como caminante por la frontera por buscar una mejor vida… Un amigo de nosotros ya luego de unos años tiene franquicias en Panamá y obviamente me dicen que soy un quedado. Y la verdad es que creo que no vale la pena ahora.
 
Bien quisiera ser otro fotógrafo en París o Barcelona mientras creo mi portafolio al estilo de Maxim o Playboy, tras compartir mis visitas a los museos, pero ya tendré tiempo para eso, pues ahora mismo me encuentro en las palabras “dignificar” y “autosuficiencia”. 

Al carajo la meritocracia, mientras crece el parque de Jets privados en abandono (seguro Aristobulo dejó uno), me pregunto cuando tendré yo una replica de la espada del libertador. Pero hay que aceptarlo, el socialismo se acabo y toca trabajar duro mientras espero a la próxima oportunidad en que se logre un crédito del FMI y el BCV pueda volver a vender dólares preferenciales en subasta. 

Nuestros aliados se han beneficiado más que nuestro propio pueblo 

Soy un sobreviviente de todo lo que ha pasado en Venezuela desde Chávez hasta el día de hoy, tengo la memoria de vivir en la revolución socialista con sus errores, y ver transitar el país a este comunismo neo-capitalista que tiene de aliado a los pueblos socialistas de las Américas que han tomado nuestro modelo de estado como patrón. 

En estos tiempos, se que el pensamiento socialista no llegó como un aparato de corrupción, sino por el pensamiento crítico que exige al Socialismo Científico desarrollarse en los pueblos de América Latina, y esta es una conclusión de la cual los pensadores ya están claros mientras siguen observando el poder del gobierno televisado, y del como el consumismo electrónico permite el control de masas. 

Con un bienestar a cambio de obediencia, y un puente del desarrollo importado a exigencia de quienes conservan la cultura con el matiz del gusto que atrae lo fino al territorio. Para lo caribeño, considero que estamos en auge y aunque la economía se encuentre asfixiada por medidas que obligan al capital a permanecer dentro de nuestro país, esto es precisamente lo que obliga al desarrollo. 

La Harina P.A.N. aumentó de precio, pero ahora es más sabrosa 

Tengo recuerdos de Mercal, PDVAL, los CLAP, y la transición de esos programas a la versión de los comercios de las nuevas burguesías, pues hoy día el gobierno sigue con su visión de realizar el estado comunal, pero teniendo en cuenta que el aspecto más detestado de la revolución fueron las expropiaciones y lo radical de hacer al estado responsable del control de toda producción, literalmente exportamos burócratas. 

El modelo donde se respeta a la empresa privada y se avivan los emprendimientos con créditos y planes para el desarrollo vuelven a aparecer, mientras el gobierno contempla ajustes en los impuestos, aranceles, y consumo de servicios públicos. Sin embargo considero que hace falta plasmar con mayor Marketing la oportunidad de acceder a la maquinaria de la Industria Ligera ante el sector comercial para seguir exportando lo que en suramerica es más caro y no llega por falta de interés Arabe y Chino.

Estas son parte de las verdades más duras de aceptar para aquellos que siguen rechazando toda idea del socialismo, pero van y desconocen la realidad mientras extrañan a las dictaduras militares de antaño en el episodio histórico donde nace la industria y el fascismo solo contemplaba la seguridad como bienestar civil. 

El tema de Colombia me llama la atención pero no quiero hacerle seguimiento 

Si el socialismo está naciendo allá es porque se ha vuelto un síntoma de su sociedad, más que en promesas electorales, es el poder volcar a la burguesía con su gobierno porque ya han alcanzado el bienestar necesario como para permitir dicho cambio. 

 El colombiano puede optar por cualquier destino, pero la propaganda de Venezuela en ganga promete junto al que ya los rumbos y oportunidades de desarrollo se encuentran definidos. Sin embargo, la legalización allá promete una gran oportunidad de industria y desarrollo que aún no es contemplada acá y debería ser considerada, tu sabes, para el opio de los pueblos. 

Visto así, yo solo puedo esperar hasta el día en que los cajeros despachen dólares, o en que de verdad un cambio pueda hacer que se reactiven los motores económicos y así el Bolívar deje de ser un malestar.

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