Por las palabras perdidas #3

Últimamente he estado en notas como un Blogger que opina sobre lo que ocurre en mi país o contribuye memorias en una ciudad que va cambiando luego de muchos años de crisis. No son mis mejores años, pero tengo claridad en todo lo que quiero hacer, y en los pasos que debo dar para lograr mis planes, y funcionar en el trabajo que tengo. 

Mis sueños son los mismos, solo que en momentos me pongo de rabias porque no llegan tan rápido como quisiera y vaya que ha costado luchar y esperar por ellos. 

Ahora vengo y traigo de vuelta reconstrucciones de mi juventud, cuando era alcohólico y fumaba ahogando las penas en catarsis por la incertidumbre de escoger un camino antes de morir, y aprender a como soñar de forma correcta. Opinaba sobre el como las personas que me rodeaban leían lo que yo publicaba y comprendían que mi tristeza no edificaba nada bueno, pero valía la pena no más que por este mundo de letras que dan para abrir otras ideas. 

Todo esto comprende parte de una evolución en el como decidí narrarme entre buscar culpar al creador o al tiempo, a de verdad aprender a tomar responsabilidad en mi vida y comprometerme a una espera por mis logros. También es parte del como maduré en buscar ser de alguna manera un informador, y no un inmaduro con tecnología que sorprendía a chicas de 16.