Colectores con libros de Ray Loriga en sus manos

El día de hoy había terminado de ver a mi novia en casa de mi cuñada . Andaba con mi libro de Días aún más extraños que le había prestado a mi novia y me había devuelto. Al llegar a la parada los buses estaban lleno de su escándalo y apure por llegar primero de Naguanagua al Camoruco, por lo general me rehúso a tomar esos buses por el robo del pasaje, los vendedores ambulantes, etc. A los minutos ha llegado una de esas encavas viejas de una sola puerta, perfecto, vacío con puesto y el chofer un señor bastante mayor sin música ni nada y tampoco llevaba colector. Paso dos paradas para darme cuenta que el intentaba cantar la ruta para conseguir pasajeros pero le costaba alzar la voz más manejar, me pase para el puesto de coopiloto y por la ventanilla de la derecha empecé yo mi canto de ruta. Poco a poco el bus se fue llenando, y el señor se extraño. Me pregunto: - Chamo ¿tú estudias?. - Yo: Si señor. Le dije mientras le mostraba mi carnet y metía mi mano en el otro bolsillo para busca