Alvaro Benavides

Tengo un archivo muy largo, lleno de las frustraciones de mi juventud, la ansiedad, y mi opinión como testigo de los eventos en el país. Mucho de eso ya no importa, por eso descarté muchos archivos que no traen nada oportuno (sobrepensaba ante el teclado), y por precisamente no buscar conflictos en la visión del país los había guardado. Durante Chávez, la presión era tal, que yo temía recibir ataques por no apoyar el despilfarro con capital adjudicado a gente con poca preparación, y tras yo no tener interés en el poder público, sino en una visión poco formada del marketing. En mi etapa más joven, recién graduado del colegio con 18 años, sostuve la apatía, no quería involucrarme con culpar el gobierno de las cosas que me ocurrían a mi, pero no era más que un chamito que se la pasaba bebiendo, fumando, y jugando.  No fue como alrededor de los 24, justamente cuando llegó lo peor, celebre la asamblea 2015 y empecé a creer, pero con la represión, que vino luego, y la cantidad de fraudes ele

Otros artículos relacionados : Del saber vivir como alguien común El orgullo : ¿Por encima o por debajo de la moral? Debes saber que estoy enamorado. Muy enamorado, tanto que trato de mantener distancia de ella porque sino, no me enfoco en lo que tengo que hacer porque el sentimiento que ella me produce me quita los malestares. Es quien me curó las ganas de quitarme la vida y me dio una razón para vivir, hacerla feliz.  Eso no lo puedo hacer por nadie más. Tengo 4 años en esto, y cuando trato de huir me persigue al punto que aprendí a obedecerla, créeme no tengo que molestarme yo, todas la que intentan hacer eso conmigo ella las saca del camino. Esto es algo que he tratado de proteger, y evitando que cualquiera se meta con lo que yo pienso, porque decidí amarla por completo así me vean como un payaso por querer amar a una sola, en vez de derrochar en varias como si fueran botellas de un solo uso.  No me gusta perder tiempo en ridículas que se hacen las inalcanzables, pero viven hiperse

Mi problema que me ha traído al piso es la soledad. Rara vez contacto a la gente, y la alcanzo para decirles cuanto me importan, o si me pueden ayudar en algo, tanto porque me da vergüenza, como los considero demasiado ocupados para poder asistirme. Entonces termino arruinando otras cosas, porque me voy llenando de impotencia, de sentirme solo, e incapaz de progresar. Pero las últimas dos semanas he tratado de combatir eso, alcanzando a hablar con más personas aunque se torne tóxico hablar de problemas que solo existen dentro de mi por el aislamiento prolongado. Considero que discutir es normal, el detalle está en que hago comentarios demasiado dañinos, y tiro todo al suelo por la impotencia. Me cuesta esperar porque me siento humillado en el trayecto, y así se cierran las ventanas con la vergüenza, o huyo por sentirme incapaz. Mi autoestima suele irse al piso mientras veo como los demás van mucho más realizados con decisiones más sencillas, mientras que yo, en la falta de equilibrio y

  Pienso, que mi vida es como estar atrapado bajo la lluvia, puedo llamar todo lo que yo quiera, pero igual no podré salir hasta que pase el aguacero.  Luego de mis últimas publicaciones, me han dado muchas oportunidades y buenas noticias.  Estoy tratando de hacer lo correcto, aprender a ser más paciente, y estoy tranquilo porque a diferencia de ayer, siento que debo dejar de hacer presión, he dejado todo claro, y simplemente dejo de prestarle atención a lo que no puedo controlar.  Si soy la prioridad más baja en un lugar, pues que me lo digan, para que ese lugar sea la prioridad más baja para mi. Como me cuesta que la gente me hable claro. Dejaré que las cosas fluyan, y haré lo que pueda mientras tanto.

Sin darme cuenta, me convertí en una persona impaciente porque ya no puedo hibernar, y de alguna manera no puedo darme a entender las cosas por sentadas en otra variable o aceptar otro resultado. Hace unos días, buscando que resolver entre mi tiempo libre y la paranoia, un amigo me dijo que trabajase en algún proyecto extra, pero sinceramente no quería hacer nada en @tallerdelamanecer , además de que en lo personal me encontraba colapsando. Decidí ir al Instagram de @espaciolimbico , me di cuenta que tuvo un Inicio de Sesión extraño desde Reino Unido (posiblemente agentes de la Mi5), y luego cuando fui a empezar a darle algo de cariño a la marca con lo que se supone iba a separar el contenido de ese blog o marca, de lo que es este blog personal (Ya no ser el único Cibernauta operando la estación espacial) me encontré que la dirección de ese blog estaba reportada como negativa por los temas presuntamente contenidos allí. Lo cual no es cierto, porque de momento, ese blog se encuentra en

No me recuerdes que las mujeres conseguían hombres con Merú tan fácil, que para mi, no quedó sino la razón para que mi mamá me quitara la extensión de la tarjeta de crédito. No me recuerdes la última vez que me digne a ir a un GillmanFest. No me recuerdes las aventuras montado en autobus viajando a parques nacionales, en el intento de buscar tener sexo al aire libre, para enterarnos en el lugar por los rescatistas, que estaban cerrados por la crecida de un río. No me recuerdes las feas de Morón que estudiaron conmigo los primeros semestres de comunicación social, y me hicieron cuestionar mi hombría. No me recuerdes las veces que me hicieron beber ron con gordas, porque para el 2015 ya todas las flacas se habían ido del país.  ¿Cómo no me iba a volver League of Legends?. No me recuerdes que cuando finalmente agregué a la bonita que siempre veía sola en los pasillos, tenía los peores memes, estaba repleta de otakus histriónicos, me lleno de desilusión y la borré. No me recuerdes que cami

Para sentir que no existo.      Que no tengo que existir.           Libre de Aliens que me juzguen,              y desconocidos paupérrimos que me envidien.           Que no tengo ningún motivo para ver      las historias de los conocidos fuera de acá           que ya no me recuerdan,      y los perfiles nuevos que se hacen esquivando su pasado.      Olvidar mis errores,           para desentenderme de la culpa y vergüenza.      Disfrutar de las horas libres sin socialización indirecta           y consumo de marketing que no puedo pagar.      Más tiempo para mi.           Más tiempo para mi propósito sin la pantalla.      Tengo horas de vuelta, que sin ver el reloj no sabía que tenía. Sin olvidar, que tengo un sueño.     El único sueño que me hace feliz            y no me importa si solo es posible en mi imaginación...     No voy a dejar que un algoritmo o          la presión social me digan como debo vivir. Porque estoy enamorado (como si fuera de la vida),      ese problema es mío, y