¿Tal vez por drogas?

Otros artículos relacionados: Mi vagabundo a la Bukowski Estuve más que acostumbrado a ser el perdedor. El orgullo, las ideas innovadoras, y las ganas de hacer cosas a pesar de la ignorancia habían fallecido. Continuaba en la lucha por el deber ser, convencido que con el esfuerzo mínimo y reírme dentro de la agonía de cuan decadente algún día daría resultado. El dolor no se sentía mientras que la autoestima no se encontraba en ningún lugar dentro del atasco que ignoraba dentro de una marea de indiferencia. Te acostumbras a ser, como la masa, uno más dentro de las aspiraciones en lo más mínimo, hablando como el colector luego de ciento de idas y vueltas, tratando de resolver la misma lucha en la que las faltas de respeto en una casa de estudio solo son una trivialidad en un país del cual la sátira solo ha profundizado la indiferencia a dejarlo ser un infierno, mientras la esperanza solo alberga en unos cuantos heroes de buen corazón que esperan algo en el mínimo de decencia en quienes