Ante un gran sueño

Tengo un espíritu que no desmaya. Mi vida en este momento es modesta y tranquila. Considero que debo separarme de muchas cosas que llevo conmigo porque aprendí allí, y ya. Devolverme al pasado por unos días solo fue cuestión de reducir el estrés. Pensar sobre el futuro solo genera ansiedad, así que disfruto el amargo del ahora. Ya he dicho demasiado de lo que no me compete. De lo grande y majestuoso, me siguen motivando casi los mismos sueños bajo las mismas disciplinas. La verdad no la puedo olvidar, para mejor he dejado mi corazón allí, pero eso no es un obstáculo. Como un soñador que se ha aporreado muchas veces, he descubierto que los acontecimientos imaginados se pronostican más cercanos de lo que aparentan, así que pido ayuda para mantener los pies en la tierra. Aspiro ser un hombre más responsable y capaz. El abandono aparece en mi con la apatía. Agradezco por las personas de las que tengo respuestas, las oportunidades que tengo, y todo de lo que estoy por aprender. Decidí me